Yoe Carrero



Alejandra, Carlos y Uma


Desde la primera vez que hablé por teléfono con Tati, me conecté con ella, su manera de ser, su generosidad y su enfoque, su amplia experiencia y el hecho de que su labor estuviera tan conectada con el trabajo de las plantas, muy conectada a la tierra. Con toda seguridad y guiada por mi intuición, dicidí que quería que ella me acompañara en la preparación a parir, a “parirme como madre” como ella me lo hizo entender.

Carlos, mi pareja y yo, empezamos los talleres y el acompañamiento alrededor de los 5 meses de embarazo. Como estábamos en épocas de pandemia, tuvimos los talleres virtuales y las terapias presenciales. Tati nos guió en las muchas preguntas y dudas que teníamos, nunca nos presionó a tomar alguna decisión, me sentí plenamente escuchada y respetada, tanto así qué durante los meses de trabajo, de aprender, y sobretodo desaprender, de trabajar con mi cuerpo, aprender a sentirlo a nutrirlo a cuidarlo en esa etapa maravillosa de gestar a mi bebé, logré conciliar mis miedos al parto y confiar en que mi cuerpo sabía cómo parir. Claro está, hay que hacer el trabajo. Los cantos, ejercicios de respiración, las caminatas, los ejercicios, el trabajo interior. En mi caso fue muy especial que todo el proceso involucró muchísimo a mi pareja, los dos aprendimos bastante, se nos abrió todo un universo y a pesar de que obviamente, yo era la encargada de gestar, entendimos que su rol era muy importante en la contención, el apoyo, sobre todo en la parte del posparto. Cabe notar que la preparación para el posparto fue clave, tener la información y la guía de antemano nos ayudó a estar preparados como familia a lo que nos esperaba. Entendí lo valioso que es tener acceso a esta información y lo difícil que es para muchas madres no tenerla, ya que es un tema bastante invisibilizado en general.

Aunque al principio dudé si quería hacer el parto en casa, finalmente decidí hacerlo ya que había tenido un embarazo saludable y no había ninguna señal o riesgo que me lo impidiera. Me tranquilizó mucho que paralelamente al trabajo que hacíamos con Bienparida, yo visitaba a un gineco-obstetra, me hacía mis exámenes de laboratorio y ecografías, es decir me sentí segura y el proceso fue muy consciente y responsable.

Siempre agradeceré desde lo más profundo haber tenido el apoyo, el cuidado, la atención, la escucha, el tiempo, la dedicación, el amor de una partera como Tati, y la labor de Bibi, quien fue mi doula. Mi gestación, parto y posparto fueron vividos en ceremonia, en devoción, en respeto y en conexión. Me cambió de maneras inimaginables, aun hoy, casi dos años después de haber parido sigo desenvolviendo y aprendiendo de esa cápsula de transformación que fue esta vivencia.

Karol y Liam Emmanuel



Me siento altamente agradecida por la atención, contención, respeto y amor con el que fui tratada en manos de Tati, siempre nos ayudó aún cuando no habíamos salido de la clínica, en un parto por cesárea con lo bueno y no tan bueno Tati nos respaldó y guió sin temor alguno.

La mejor experiencia y decisión fue haber tomado el plan de acompañamiento de postparto porque si bien debemos hacernos cargo de un nuevo ser, es importante entender que debemos hacernos cargo de nosotras también. Particularmente Tati hizo hasta de terapeuta pues mostrar mi lado vulnerable no es fácil y menos después de una cirugía doble (cesárea y pomeroy) Tati nos preparó alimentos, hizo masaje en mis piernas de patitas de mesa, me ayudó a tener una sana lactancia y de paso hizo baño de gatito al bebé, esta descripción es corta para todas las actividades que realiza desde que entra a cada hogar. Este acompañamiento es importante e indispensable que lo tengan todas las futuras madres y padres, no es un lujo o moda, es un servicio que cubre no sólo la parte física de la madre, también la mental y psicológica. Gracias Bienparida por el maravilloso servicio que nos brindaron siempre estaremos agradecidos desde nuestro corazón.



Maria Jose Zapata




Hoy después de 120 días después de dar a luz me siento a escribir por primera vez , y con un solo propósito. Hablar de una de las mujeres más dulces que Dios puso en mi camino durante mi embarazo .


CONTENCION, AMOR y EXPERIENCIA fue lo que ella me entregó y las tres palabras con las que escojo definir lo que es una doula . Un ser humano que te sostiene cuando todo todo lo que conocías deja de ser . Lejos o cerca , te brinda seguridad y cariño. Se preocupa por ti , por tu salud emocional, te abraza , te sostiene. Una doula Que hace su trabajo con el corazón es un ángel . No hay manera de explicar cómo desbrozas ante ella una infinidad de emociones, puedes ser tú sin tapujos. Sentir que son los brazos de una madre. 


Ella es Tati, una mujer completa que empodera a mujeres. Que sin conocernos me abrió su corazón y yo le abrí el mío. Recuerdo que si bien nunca me dijo que no dolería , me enseñó a transformarme con el dolor como cuando la oruga se convierte en mariposa. 


Ella me enseñó que aunque los planes eran importantes, soltar las expectativas era aún más necesario. Y sí ! No fue todo lo que soñé. Pero fue tan perfecto que no habría podido ser diferente. 



Marcela, Kike y Florencia


Iniciamos nuestro embarazo con la compañía a distancia de Tati y fue muy informativa ya que los talleres que hicimos virtual estaban muy completos en toda la información para una familia que tendría un bebé. Lactancia, nutrición, parto, postparto, placenta, terapia de pareja son las temáticas que se desarrollan y nutren nuestra etapa de embarazo y otras más.

Para el segundo trimestre empezamos a tener citas presenciales y fueron muy amorosas, provechosas y nos llenaban de seguridad el tener cerca a nuestra partera. A medida que se acercaba la fecha de parto era muy importante fortalecer el vinculo mamá/papá -Partera/doula porque de esta confianza dependería el parto y su éxito.

 

Así fue, tuvimos un parto exitoso gracias a la tranquilidad y confianza que la partera nos brindó.

Fue amoroso, transformador, seguro, y sin duda alguna la mejor decisión que pudimos tomar.

Nuestra bebé nació en perfectas condiciones y nuestro postparto también tuvo una acompañamiento muy especializado. La etapa de la cuarentena estuvo llena de excelentes recomendaciones, pechiches para mamá tales como masajes, comida rica, calor, y mucho afecto.

 

Comparado con mi primer embarazo que fue una experiencia distinta en clínica, puedo notar la gran diferencia en la actitud de mi bebé. Ya que es una bebé tranquila, saludable y se lo adjudico a la manera en como nació.

 

Gracias Equipo Bien Parida por todo

Gracias Tati  

 

Siempre daremos mi buen testimonio de tu trabajo.